Tanta responsabilidad, tantas cosas por hacer, tantas cosas por anticipar, tanta presión económica y vincular, tanto exigirnos ser hijas, esposas y/o madres (o padres), tanto comer correctamente, mantener los buenos hábitos, las buenas formas, tanto lucir bien, quedar bien, hablar bien, ser políticamente correctas/os, demasiada perfección, demasiada apariencia, demasiado servicio incondicional, demasiado cumplir las expectativas ajenas dejando de lado las nuestras, demasiado entregar aunque estemos rotas y rotos por dentro, demasiado disimular, demasiada carga para un simple mortal, sobre todo cuando al final descubrimos que demasiado no es suficiente. ¿Hasta cuando? ¿Hasta cuando mantenernos flotando en el huracán de expectativas propias a ajenas? No sé si te has dado cuenta, pero los huracanes traen gran destrucción, y para que no se destruya una estructura esta debe ser sólida y con cimientos profundos. La solidez y los cimientos profundos sólo puedes construirlos tú, pues eres quien construye tu propia estructura, la cuestión es que sólo construyes en ti cuando decides no tiranizarte más con tus propias expectativas irreales y cuando decides que no es el entorno quien gobierna tu destino, sino que eres tú quien dirige tu vida.
Hay algo importante en este fenómeno del huracán de expectativas, y es que mientras estemos en él NUNCA nos sentiremos plenos y satisfechos, pues continuamente estamos buscando agradar a otros... y ya sabemos que esa es una misión imposible, en otras palabas, la clave está en agradarte a ti como eres, tal cual estás ahora, sin cambiar absolutamente nada, sin mejorar o corregir nada. Con mis clientes uno a uno, encuentro permanentemente este MIEDO que es casi TERROR de aceptarse tal y como están, y los entiendo perfectamente porque yo misma lo he experimentado; pero resulta que debemos desmontar de nuestra mente la idea de que somos defectuosos/defectuosas, de que nos hace falta algo, de que tenemos que pulirnos, arreglarnos, mejorarnos, porque a lo largo de nuestra vida hemos recogido creencias que nos dicen que NO somos suficientemente buenos/buenas y allí es donde quedamos atrapados en la rueda de hámster y corremos frenéticos haciendo demasiado de todo, sin que nada sea suficiente... NO, no tenemos que arreglar nada, podemos amarnos y aceptarnos y disfrutarnos tal y como estamos, podemos conectar con nuestro presente desde el gozo, desde la plenitud, desde la presencia, ¿Has visto jugar a un niño pequeño? Él nunca para a decir es que no soy tan alto todavía, es que no hablo perfecto ni tengo tanto vocabulario, es que me falta un juguete más sofisticado y costoso para poder disfrutar del momento, es que todavía me frustro fácil y no sé manejar mis emociones, es que, es que, es que ¡No!, él se conecta con quien es, con lo que tiene en frente y se entrega completo al momento presente. La limitación que adquirimos o aprendemos mientras nos hacemos adultos es la de NO ACEPTARNOS, siempre le digo a mis clientes: "Construimos con lo que tenemos, no con lo que no tenemos"; para hacer una casa buscamos los materiales y con esos materiales construimos la casa, si tenemos madera hacemos una casa de madera, si tenemos ladrillos una casa de ladrillo, pero no construimos con materiales que no tenemos. En otras palabras, si pasamos la vida poniendo nuestros ojos y nuestra energía en lo que no tenemos ¿Qué vamos a construir? FRUSTRACIÓN, DESVALORACIÓN, AMARGURA, ENVIDIA, ETC. Creo que esta es una lista que nadie quiere en su vida, pero tendemos a construirla sin siquiera notarlo con el simple hecho de no poder aceptarnos como somos y donde estamos, cuando tenga el título seré feliz, cuando tenga hijos seré feliz, cuando viaje por el mundo seré feliz, cuando me den ese cargo seré feliz.... porque seré más, porque seré valiosa/valioso, pues resulta que el planeta está cargado de personas con hijos, ejecutivos y viajeros infelices, todo lo que coleccionamos será arrebatado por el huracán de expectativas en un segundo si no estamos consciente de que somos valiosos porque sí, porque eres tú, porque soy yo, y que el hecho de que no nos parezcamos a nadie y que nuestras vidas sean diferentes a la de todos los demás, es de hecho nuestro mayor regalo.
"El miedo se opone al amor", es una frase que hemos escuchado infinidad de veces, pero es importante que nos demos cuenta que esta frase aplica primero en cada quien, porque el miedo a fallar, a no ser aceptados, reconocidos, a ser rechazados, etc. Nos distancia del amor propio, de aceptarnos incondicionalmente incluso si decidiéramos quedarnos como y donde estamos... Lo paradójico es que este "MOVIMIENTO" de aceptarnos como somos y donde estamos sin hacer nada, esta aparente "inacción" que desde el miedo al qué dirán la percibimos como "el estancamiento de nuestra vida", es en realidad el COMBUSTIBLE que enciende nuestro POTENCIAL, nuestra EVOLUCIÓN y nuestro CRECIMIENTO en proporciones astronómicas, porque cuando me detengo a SER, me ACEPTO y me AMO, entonces reconozco QUIÉN SOY, QUÉ QUIERO, CUALES SON MIS SUEÑOS, y sólo cuando llego a ese punto, por fin, no solamente disfruto mi hoy, sino que tomo el destino de mi vida en mis propias manos, este es el punto donde conecto con mis cimientos, los míos, los propios, los de nadie más, mi construcción se vuelve sólida, tan sólida que no hay huracán que pueda derrumbarme, agobiarme y destruir mis sueños, las voces, los juicios internos y externos se disipan, no forman parte de las voces que escucho en mi cotidianidad, así tengo espacio para escucharme, para conectarme con el amor propio, con la felicidad y el disfrute, en otras palabras esa felicidad que nos era esquiva y lejana, pasa a ser parte de nuestra cotidianidad.
El compromiso de amarnos debe ser renovado todos los días, no todos los días nos sentimos igual y el fácil amarnos cuando todo está bien y nos sentimos en estado "zen", ¿Pero qué pasa cuando nos desesperamos, cuando nos enojamos, cuando cometemos errores, cuando nos faltan la fe y las fuerzas?
No es tan fácil, ¿Verdad? ¿Por qué? porque en ese momento dejamos de ser perfectas y correctas, entonces nos enjuiciamos y además nuestros oídos se abren al juicio externo... "¿No era pues tan espiritual?" ¨No pues... tan buena mamá que pone a su carrera como prioridad", "Tan conchuda quedarse en la casa, mientras el pobre esposo lleva TODA la obligación", los ejemplos son innumerables y como te darás cuenta las primeras que necesitamos renovar el voto de amor propio cada día somos nosotros mismos, las voces externas jamás estarán felices, pero tú sí lo serás si TE CONECTAS CON EL AMOR EN TI, cada día y cada minuto de cada día, ser paciente contigo y entender que la experiencia humana es SIEMPRE DIGNA Y HERMOSA, que cuando una emoción se manifiesta te está transmitiendo algo importante, algo insatisfecho y profundo y puede que en principio no puedas entenderlo pero si te tratas con amor lo entenderás, porque si vivimos nuestra experiencia humana con amor SIEMPRE tendremos una experiencia de vida amorosa. Si hoy pudiera darte un consejo (aparte de que uses bloqueador solar), te diría que te aceptes así, completamente, como estás, no importa si te sientes gorda o muy flaca, si estás de buen o mal genio, si estás enamorada o con el corazón roto, si tienes dinero en el banco o estás endeudada, si estás feliz o triste, ilusionada o melancólica, si te sientes conectada con tu propósito de vida o completamente perdida... ÁMATE cada día, así como decides amar a otros, ACÉPTATE tal cual estás, RECONÓCETE PERFECTA en todas las dimensiones de tu ser y verás la magia ocurrir ante tus ojos sin que puedas siquiera notar cuando o cómo te transformaste en un ser feliz sin importar las circunstancias, una persona que sigue sus sueños y los alcanza, un ser humano PLENO, y NO porque quiera ser feliz mañana, sino porque ES FELIZ HOY.
¡CONÉCTATE CON EL AMOR EN TI!
Con cariño,
Claudia Fernández
Relieve Humano
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